Hoy este post va a ser muy cortito y está destinado a paliar la sensación de deuda que me quedó ayer al presentar «Corazón Suicida« de Luis Alberto Escalona. Y es que ¿Qué sentido tiene presentar una canción de Luis sin uno de sus valores más importantes: su voz?
Así que, a modo de compensación, os dejo con otro de esos pequeños tesoros sonoros que Luis escondió en las entrañas en mi mesa de grabación… esta vez, sí, brotando de su propia garganta: «Antes de cada amanecer»:
La guitarra, de mero acompañamiento, también corre al cargo de Luis. A mí (jrsalamero) podréis encontrarme haciendo segundas voces a lo largo de la canción.
Como podréis intuir, es una grabación muy basica, hecha en una sola toma y sin grandes pretensiones cualitativas (desde el plano del sonido). Ah, y prestarle atención a la letra, porque merece la pena:
«Antes de cada amanecer»
Al final del camino no hay nada, nada he de esperar
Al final del camino, hay un mundo divino
No lo sé, Ojalá
Quizá pueda encontrar la fe que perdí,
la llama que se apagó antes de lucir
Puede que haya un destino escrito en renglones torcidos
O, puede, que sea todo un cuento contra el aburrimento
Hoy voy a serle un poquito infiel a mi blog (pronto empiezo), pero estoy realmente feliz de hacerlo. Y es que hoy la protagonista no va a ser una de mis canciones, sino una de las creaciones de mi amigo Luis Alberto Escalona: «Corazón Suicida»
Como ya va siendo costumbre, primero podéis escuchar la canción y luego, si os interesa, podréis leer algo de la intrahistoria de este tema (Letra: Luis Alberto Escalona. Música: Luis Alberto Escalona y Juan Ramón Sánchez Salamero / jrsalamero)
Como ya expliqué, cuando decidí lanzar este blog lo primero que hice fue rebuscar entre los recuerdos sonoros que tenía almacenados en mi mesa de grabación. Lo mejor de todo fue encontrarme con varias joyas nacidas de la creatividad de Luis Alberto Escalona, mi compañero de sueños musicales en Bilbao.
Animado por la nostalgia y los buenos recuerdos de «Doble o Nada» decidí contactar él y hacerle partícipe del nacimiento de este espacio. Hoy estoy encantado de haberlo hecho, ya que no solo nos hemos puesto al día, sino que también ha accedido a que publique algunas de sus canciones en el blog 😉
«Corazón Suicida»
Nos remontamos, como no, a 2003. Luis llega a mi piso de estudiantes de periodismo en Leioa (Bilbao) con una funda de guitarra en la espalda y la ilusión de pasar una nuestras tardes musicales de evasión, bohemias e inocentes (en palabras prestadas por el propio Luis)
Al poco rato saca la guitarra y, con una sonrisa, me dice: «He escrito una canción». Enseguida comienzan a sonar los primeros acordes de «Corazón Suicida» y de su garganta brotan, con voz Bunbury-ana, los primeros versos de la canción… y pienso: ¡Qué cabrón! ¡Qué pedazo de tema! ¡Qué pedazo de letra! (Y es que, Luis, mis elogios nunca fueron forzados)
Me gustó tanto «Corazón Suicida» que fue el primer tema «no mío» que decidí grabar en la mesa de mezclas. Por desgracia, Luis no pudo estar en el proceso de grabación en Donostia, por lo que no podréis disfrutarla en su voz original: potente, sonora, grave, llena de matices… en próximos posts publicaré alguna canción con la voz de Luis, para que entendáis de qué hablo.
La grabación
Tanto la letra como la melodía principal son obra de Luis. No obstante, yo aporté mi granito de arena en la parte musical, incluyendo las melodías de las guitarras eléctricas y proponiendo otra aproximación rítmica para la canción.
Estoy particularmente orgulloso del solo de guitarra (2’15» a 2’42»), ya que se trató de una improvisación, grabada en una sola toma, que pretendía ser solo una prueba de sonido y que acabó quedándose en la versión final.
Las voces (primera y segunda), las guitarras (acústica y eléctricas) son mías, así como la programación de la línea de bajo y batería. Como siempre, pido perdón por los defectos de sonido (que los hay) y por los errores de principiante.
En esta ocasión no puedo contaros mucho sobre la letra de la canción (tendríamos que preguntarle a Luis), pero sí que puedo recomendaros que le prestéis atención, es realmente buena. No te deja indiferente:
Continúo con la operación rescate de mis viejas canciones. Hoy le toca el turno a «Dónde está el final». Como siempre, la puedes escuchar directamente en el player (letra y música: Juanra Salamero)
«Dónde está el final» es prima hermana de «Será» : otra canción nacida en la tristeza de un 2003 lleno de claroscuros. Aunque suene raro, quizá la principal diferencia entre ambas canciones/emociones sea climatológica: «Dónde está el final» es, al contrario que «Será», fruto del frío. Donostia, cómo no, vuelve a ser el escenario de esta melodía.
La grabación, hecha en casa con mi mesa de mezclas Zoom MR-1224, de la que ya hablé al presentar «Sueños en la piel«, está repleta de errores de principiante. Espero que sepáis perdonarlos (juro que, hoy día, no se me ocurriría incluir las partes habladas de la canción, entre otras cosas… pero es lo que hay). Guitarras, voces y la programación del bajo/batería son mías.
La letra de «Dónde está el final» no esconde ningún misterio. Es triste, sencilla y transparente: estaba tan harto del dolor que solo ansiaba saber cuándo acabaría, como un niño que, cansado de un largo viaje, no deja de preguntar: «¿Falta mucho?»
Lo mejor es que, realmente, no faltaba mucho 😉 A finales de 2003 Vanessa entró en mi vida y, aunque el año en sí se cerró en falso, fue el punto de inflexión que cambió mi vida para mejor y para siempre. ¿Quién me hubiera dicho entonces que, 9 años después, estaría escribiendo este blog junto a nuestra hija Eva?
The Boss
Reescuchándola hoy, y salvando varios millones de mundos de distancia cualitativa (no tengo la más mínima intención de hacer el ridículo comparativo, porque es evidente que no hay comparación posible), creo que «Dónde está el final» bebió conceptualmente, al menos un poco, de “Streets of Philadelphia”, de Bruce Springsteen, especialmente en base rítmica.
Para mi «Streets of Philadelphia» es una de las mejores canciones de la historia (no fue casualidad que ganara el Oscar a la mejor canción y cuatro Grammys, incluyendo los de mejor canción, mejor canción rock y mejor interpretación), algo solo al alcance de un genio como «The Boss».
Y es que, aunque nunca he escrito una canción pensando: «Hey, quiero que mi canción suene como esta otra», supongo que ningún compositor puede evitar que el mundo musical que le rodea acabe tiñendo sus creaciones.
Porque 2003 fue un año totalmente «The Boss» para mi. En mayo de aquel año recorrí más de 600 kilómetros para escuchar en directo el mejor concierto de mi vida. Más de tres horas de música, energía y voz en directo a cargo del gran Bruce Springsteen con la E Street Band. El escenario: «El Molinón» de Gijón. La gira: «The Rising». Brutal. Aún se me pone la piel de gallina al recordar «Thunder Road» en directo y cómo brotaron las lágrimas de mis ojos al escuchar los primeros acordes. Mi sueño: llegar a escribir, algún día, una canción que le haga sentir a alguien lo que las canciones de Springsteen me han hecho sentir a mí.
Continúo rescatando viejas canciones del baúl de los recuerdos. Hoy toca presentar a «Será», canción que puede escucharse directamente en el siguiente player (letra y música: jrsalamero):
«Será» es otra de esas canciones de la remesa de 2003, un año del que han quedado bastantes cosas grabadas gracias a la (entonces) recién estrenada mesa de mezclas/grabación de la que ya hable en el post anterior.
La grabación no puede ser más sencilla: guitarra y voz, doblada en los estribillos. Nada más. La guitarra, por cierto, es mi querida y sufrida Washburn acústica, conectada a través de una pastilla Dean Markley (añado una foto de una guitarra parecida al final de esta entrada. Algún día hablaré de ella).
La letra nació en uno de esos días tontos primaverales en los que el viento sur anda tocando la moral como preludio a una gran tormenta. «Será» es una canción sobre uno de esos días que salen cruzados, más concretamente sobre una tarde-noche fea, de las que consiguen espolear la tristeza.
El texto tiene algunas referencias que ubican definitivamente la canción en 2003:
– «Homenaje» a Nina Simone:
La gran cantante, pianista y compositora estadounidense Nina Simone falleció en abril de 2003. En homenaje a ella incluí los versos: «Será que ha muerto la Reina del Blues, Será que el mar la llora a su manera».
Aunque fue más conocida como «La sacerdotisa del Soul», la gran Eunice se ganó a pulso compartir el reinado del Blues con otras voces sublimes como las de Billie Holliday, Aretha Franklin o Ella Fitzgerarld. Adjunto una grabación de «My babe just cares for me», uno de mis temas favoritos de Nina Simone:
– El Chapapote del «Prestige» llega a las costas vascas:
En uno de los episodios medioambientales más negros y trágicos de la historia reciente española, el petrolero «Prestige» se hundía a finales de 2002 a unos 250km de la costa gallega, con más de 77.000 toneladas de petroleo en su interior. La desastrosa gestión del accidente del buque ayudó a expandir una tétrica marea negra (alguno conserva en su debe el haberla denominado «hilillos de plastilina») que asoló Galicia pero que, también, y poco a poco, fue recalando en otros puntos de la costa atlántica del norte de España y del sur de Francia.
Aún se me vuelca el corazón al recordar la sensación de rabia e impotencia que sentí al encontrar mis primeras «manchas negras por la arena» en las playas de Euskadi, junto a un mar que había «enegrecido su azul» 😦
– Donostia:
Y, por supuesto, si a alguien le quedaba la más mínima duda, la ciudad que ambienta la canción no podía ser otra que la gris, nostálgica pero profundamente hermosa Donostia, la ciudad que más he amado.
El «Monte Urgull», que la niebla apenas me dejaba distinguir, es, junto con el monte Igeldo, uno de los pilares emblemáticos de la bahía donostiarra:
Estreno este blog con una de mis canciones más antiguas,
Os presento: «Sueños en la piel» (letra y música: Juanra)
Se trata de uno de los primeros experimentos de grabación que realicé con mi ZOOM MR-1224, una fantástica mesa de mezclas que compré hace casi una década y que, lamentablemente, he infrautilizado hasta límites obscenos.
Hoy estoy tratando de recuperarla, pero no será fácil sacarle un gran partido, pues los años no pasan en balde (algunos conectores y faders están «perjudicados». También costará encontrar algunos elementos de expansión y tengo dudas sobre la fiabilidad de la unidad óptica).
Pero volvamos a la canción en sí, que puedes escuchar en el siguiente player (Por favor, sed indulgentes con la calidad de la grabación, el sonido y mi voz en general 😉 )
Se trata de una canción adolescente, con un mensaje claro: ¡Estaba desesperado por ligar! y cualquier excusa, poética o no, era buena.
Es una canción corta, directa y sin más pretensiones que ser divertida. Luis y yo pasamos grandes momentos jugando a hacerla a dos voces.
La guitarra: una Yamaha Pacifica 112, parecida a esta:
Como experimento sirvió para aprender a jugar con los diferentes efectos de distorsión de las guitarras, a grabarme a dos voces y a introducir una base rítmica (por muy plana que sea) Aquí va la letra:
Soy periodista y trabajo en Emagister.com. Tolosarra de nacimiento, donostiarra de corazón, ya hace unos años que vivo en Catalunya.
Padre de una niña preciosa (Eva) y recién entrado en la treintena, me aventuro a lanzar este blog como mi propósito de año nuevo (aunque ya estemos en febrero de 2012).
¿Y qué pretendo hacer con este blog? Crear una válvula de escape para una de mis grandes pasiones: la música. Autodidacta, llevo media vida tocando la guitarra… y un poquito menos escribiendo canciones.
A pesar de ello, he hecho más bien poco por darlas a conocer: he cantado en un par bodas (una, la mía), algunas fiestas y, hace muchos años, en las calles y algún bar de Escocia e Irlanda. Poco más.
En Bilbao viví, eso sí, grandes momentos de música y amistad con Luis, un ex-compañero de universidad, con el compartí el sueño de un dúo («Doble o Nada»), que fue divertido pero que no llegó a cristalizar.
Y aquí estoy hoy, por fin, dispuesto a hacer un poquito más por mis niñas olvidadas: mis canciones.
Sin prisas, iré publicando en este blog vídeos con mis temas, mis letras, mis pensamientos y, seguramente, alguna que otra peripecia.
Y, también, necesitaba poner negro sobre blanco, en un lugar público, un compromiso conmigo mismo: Juanra, este año , por fin, vas a dejar de decirlo y hacerlo: «Te vas a presentar, al menos, a un concurso de cantautores». Ale, ya está, promesa pública. ¿Tocará cumplir, no?